¿Y si hablamos de los animales? Seguro que a todos es un tema que nos encanta. Pero, ¿y si hablamos de sus crías? Entonces ya sí que nos morimos de amor. ¿Cómo puede haber tanta belleza en este mundo recogida en tan solo unos centímetros de su carita y el brillo de sus ojos? Todos querríamos llevarnos un bebé elefante, una cría de erizo o un cachorro de bisonte americano a nuestras casas y que se quedaran así en formato peluche con vida para siempre. Se nos enternece hasta el alma tan solo con mirar sus movimientos inocentes y graciosos, tan divertidos siempre queriendo jugar y explorando su nuevo mundo al que han venido.
Bebé delfín
Estos animales son excelentes, son inteligentes y además bastante sociales con todos los seres humanos. Pero, ¿has visto alguna vez una cría de delfín? Seguro que si lo has hecho no has podido resistirte a querer tocarla y abrazarla. Son animales muy tiernos y, sumado con esa inteligencia, forman parte de uno de los animales más únicos que existen en el planeta. De pequeños, se ha demostrado que juegan con burbujas de aire dentro de su hábitat, el agua, y que lo hacen por puro placer.
Hámster bebé
Estos animales al nacer lo hacen completamente ciegos y calvos y hasta transcurridas dos semanas no llegan a abrir sus ojos por primera vez. De una vez, una mamá hámster es capaz de traer un a camada de unos veinte mini hámsters pequeñitos en tan solo 21 días que dura su periodo de gestación. Esta característica es común de los roedores y es la que ha traído la frase de “criar como conejos”, cuando queremos referirnos a alguien que tiene muchos hijos. Muy pronto comienzan a salirle sus primeros pelitos y se vuelven tan adorables y hermosos como el de la foto.