Esos cascos con cuernos no eran una cosa
Apenas se ve a un vikingo en una pintura o una película sin uno de esos enormes y cornudos cascos. Sin embargo, los historiadores están de acuerdo en que usarlos es altamente improbable para los vikingos históricos. Serían extremadamente ineficientes para esta tribu belicosa y les habrían dado ventaja en combates cuerpo a cuerpo. Entonces, ¿de dónde se originaron?
Bueno, lo más probable es que se deba a Carl Emil Doepler, un diseñador de vestuario del siglo XIX. Creó los trajes para óperas con temática nórdica. Inventó los cascos con cuernos, tal vez influenciado por la vestimenta utilizada por los sacerdotes germánicos durante los rituales, y por alguna razón, se mantuvieron.
Esos cascos con cuernos no eran una cosa
Vendían cuernos de “unicornio”.
La idea de que los vikingos eran principalmente piratas agresivos y crueles está considerablemente exagerada. Si bien llevaron a cabo un buen número de saqueos, sus roles principales eran como comerciantes y astutos empresarios. Recorrieron el mundo, obtuvieron seda y especias del Medio Oriente, y luego las intercambiaron por productos exóticos como cuernos de unicornio. Sí, los vikingos robaban a propósito colmillos de narval y los hacían pasar por cuernos de unicornio. Había muchos compradores adinerados y ansiosos a quienes engañar, ya que se creía que los unicornios eran animales reales y mágicos.
Vendían cuernos de “unicornio”